Episodios XVII y XVIII: El Subconsciente

EL SUBCONSCIENTE

Ari, Qipay: en el León del Sur

“La Justicia no radica en las leyes, sino en la firmeza con la que miremos nuestro Camino…”

Arequipa, es la segunda ciudad más grande de Perú, y se encuentra a los pies del volcán Misti, una gigantesca montaña nevada que custodia este nodo social. Previamente, esta ciudad fue un asentamiento dentro del Camino Inca, que conectaba el Cusco, la capital, con las tierras Atacameñas. Hay varias versiones de cómo surge su nombre, pero dentro de las primeras, se refiere a una historia de aquellos incas que decidieron quedarse allí por la belleza del lugar, a lo que Mayta Capac, el Inca, respondió que sí podían hacerlo, diciendo en quechua: “Ari, Qipay”, es decir: “Sí, Quedaos…”

Tras muchos siglos de historia, con la colonización, Arequipa se convirtió en un foco importante, fiel y firme para la Corona Española, tierra de reyes, de honores, desde donde surgió el impulso de Libertad y Justicia del pueblo Peruano.

Así, esta ciudad, incluso tomó honores de capital cuando a mediados del siglo XIX se generó un levantamiento proclamando Justicia y Orden, algo que movilizó a todo el pueblo, y cada una de las ciudades importantes del Alto Perú. Esto provocó que hasta el día de hoy, esta ciudad sea conocida como el León del Sur, quien con su rugido, reafirmó los pueblos del país, y que con el mismo, aún hoy siga siendo la sede de la Justicia Nacional.

De esta misma manera, Arequipa nos representa esa estadía que con firmeza, activa la Justicia con la que miramos al frente, el despertar.

Salidos de Arica, tras el florecimiento de la Kundalini, de sembrar las semillas para permitir su irradiación en los tiempos venideros, era necesario depositar esta conciencia en esta gran ciudad, donde reafirmaríamos el cráneo. Arequipa, está en la parte trasera del cráneo de la Gran Mujer, donde se sustenta la firmeza que nos permite mirar al frente. Desde allí, pondríamos la semilla para que la visión se sostenga, para que miremos con claridad, fuerza, justicia, activando el León de nuestras tierras, permitiéndole mirar aún más allá, al nuevo horizonte.

Comenzar con este fortalecimiento en un día como el 12 de Octubre, día de la Hispanidad para España, día de la Raza para muchos, un día de Luto y Duelo para muchos pueblos, tal vez tenía una fortaleza específica, de enviar la frecuencia hacia la fortaleza de estas tierras, enviando un mensaje de sanación y sostén para al fin alzar la cabeza después de años de dolor y conquista, más allá de la Colonización, sino con una conquista interna, de introspección, de sufrimiento que los mismos pueblos se han generado. Así, ese inconsciente, debía despertar y refortalecerse.

La manera de lograrlo, era haciendo que las tierras del desierto, aquellas que olvidamos el resto del cuerpo, y hemos pasado a llamar el Inconsciente, despertasen hacia el Subconsciente, permitiendo descender la información necesaria hacia el Consciente.

El Inconsciente

Hace muchos miles de años, a lo largo del desierto del Subconsciente en Perú, los humanos y los gobiernos de la Confederación Galáctica, trazaron los mapas estelares por los cuales la información descendía a estas tierras alimentando los Andes desde el centro de Vela Tropa, la Galaxia. Esos trazos, se extienden desde la región de Nazca e Ica, hacia el Pachacamac, a pocos kilómetros de Lima. Las famosas líneas de Nazca, permitían que los “sueños”, la información de la galaxia, descendiera a nuestro mundo a través de las estrellas.

Con el tiempo, esto se perdió, y Perú dejó de ser el portal del Subconsciente para convertirse en el Inconsciente. La desconexión que sufrió nuestra tierra en el último tiempo, en los últimos 400 años, hizo que el Espíritu, Perú, se cerrase, y por lo tanto, toda nuestra Sudamérica, pasó a ser inconsciente de los procesos y la conexión con la Tierra. El Subconsciente nos ayuda a conectarnos con los sueños, con los recuerdos, con la parte oculta, para así poder reconectar este canal por donde la información de las estrellas vuelva a descender. Por eso, debíamos ir al nodo social que representa el Subconsciente en el desierto: Lima.

El Portal del Subconsciente

Antes, la vieja ciudad de Pachacamac, era el centro social por el cual descendía el Subconsciente hacia todo el desierto, por donde una energía femenina subía desde los peñones que se erigen en el Pacífico, como la Madre del Mar, quien ofrendaba a los humanos la información divina. Desde allí, hacia Paracas, Ica y Nazca, se crearon los pasajes de aquella conciencia.

Observando esto, fue que, mientras transitábamos el desierto de Atacama, en Chile, se nos vino a la cabeza: ¿Y si nos animamos a seguir hacia Lima?

Lima es la ciudad capital donde se centró el poder de la Colonia del Alto Perú, y ahora, era el centro de la conciencia social, por eso, si buscábamos la conexión con aquella información del espíritu, debíamos llevar el mensaje del Subconsciente hasta la capital peruana.

Esto implicaba sumar a nuestro recorrido más de 1600 km adicionales, pero los 4 estuvimos de acuerdo, e iniciamos el aviso a la gente de Lima.

Justamente, el encuentro, entre nieblas limeñas, se llevó a cabo en el Parque María Reiche, en la costa de Miraflores. María Reiche fue descubridora y difusora de las líneas de Nazca, y por ello, todo el Parque poseía las figuras de las líneas estelares.

Allí se fue sumando mucha gente, hasta casi unas 400 personas, para haber tenido tan sólo una semana de difusión por Facebook, con las que compartimos una amena charla y una hermosa y poderosa activación. Hemos de agradecer a las tres chicas que coordinaron este encuentro.

La música, movimiento y potencia generada allí desde el atardecer y anochecer, entre las nubes, fue expansivo, y con toda la fuerza la frecuencia generada fue notoria en los cantos y sonidos armoniosos creados para depositarlo todo entre el mar y la tierra.

Nuestra conciencia estaba llamando al sueño a retornar, a que el Subconsciente se conecte, y permita descender sus ideas, sus memorias y guías, a lo largo del desierto. El Subconsciente estaba siendo avisado, de que todos lo estábamos integrando en la Pacha Mama.

El Camino Frecuencial

Nuestro viaje, es muy poco ceremonial… los 4 caminantes de este largo recorrido somos más mensajeros y pilares que chamanes o sabios activadores, sin embargo, sentimos en todo el camino, que cada activación que hacemos, nos acompaña junto a la conciencia de las miles de personas que nos siguen desde el Mundo, y que nuestros cuerpos, impregnados de ellas, irradian en nuestra alegría en este viaje toda la frecuencia que nos envían. Esto nos permite, de vez en cuando, sentir que un halo de energía nos rodea y se extiende detrás de nuestro coche y cuerpos, como una especie de meteorito, que remueve la vibración a nuestro alrededor.

La pregunta de hoy fue: ¿Por qué tuvimos que ir hasta Lima por Nazca, y luego volver a Cusco por el mismo camino? Siendo el único que repetiremos en todo el camino… Y la respuesta era obvia. Como dije, desde Nazca se extienden las marcas de las estrellas, los caminos por donde desciende esa información del subconsciente. Fue necesario pasar por allí, tomar la energía de las Líneas Inconscientes, activarlas todas en el Parque Reiche de Lima junto a los 300 o 400 presentes que hacían de portal del Subconsciente, y luego, hacer que esa frecuencia vuelva hacia las Líneas, reconectándolas, como nuevas vías… y ese fuego de conciencia que nos sigue, era el que en cierta forma, se expandió por allí a nuestro paso.

Ahora sí podíamos ir al Espíritu, e irradiar su información desde allí, en Cusco.