Episodio XVI: El Atlas del Mundo

EL ATLAS DEL MUNDO

El Florecer de la Kundalini

Llegamos al fin a la última vértebra, la última región de Chile, en Parinacota. Tras haber comenzado nuestro viaje en el Coxis de la Gran Mujer, entre las provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut y la Región de los Lagos, el chakra Base por donde surge la energía, movimos nuestra conciencia y vibración activando la Kundalini que atravesaría todo los territorios de Chile, nuestra firme Columna Vertebral, hasta que su energía tras de nosotros, explote en luz hacia el cráneo y el espíritu de la Gran Mujer.

Para hacer un repaso, nuestra energía y la intención de cada lugar se movió de esta manera:

PUELO: Surgimiento de la energía vital para el impulso a la cordillera.

BARILOCHE: activación de la serpiente de las montañas para elevar la Kundalini.

PUERTO MONTT: elevación de la frecuencia y serpiente del mar. La Identidad del Ser.

VALDIVIA: la purga del Sacro con el fuego trino, liberación de la historia.

CONCEPCIÓN: preparamos la tierra para la concepción de la Madre.

TALCA: activación de la Voluntad de la Madre en el Sacro superior.

SANTIAGO: apertura del Plexo para el reconocimiento del Ser.

VALPARAÍSO: extender la Matriz de esa Madre y abrir el ingreso de la energía del Ser.

COQUIMBO-LA SERENA: limpiando los viejos lazos del corazón, activación de la válvula del Corazón.

COPIAPÓ: expansión del latido del corazón, sostén de la Misión y expansión.

ANTOFAGASTA: reafirmando las vértebras que sostienen el cuello, preparándonos para lanzar la voz de la tierra.

SAN PEDRO DE ATACAMA: abrir las puertas al Alma de la Tierra.

IQUIQUE: afirmar la mirada de la Gran Mujer, despertándose del sueño.

ARICA: levantar la cabeza de la Madre e irradiar la Kundalini hacia el espíritu.

Arica representa el nodo social que une las fuerzas energéticas de las naciones antiguas Aymaras, y actuales Perú, Bolivia y Chile. Este nodo, hace de centro de conciencia en la vértebra llamada Atlas.

Atlas o Atlante era aquel ser que fue puesto en la mitología para sostener el Mundo en sus brazos. Como el mundo es también entendido como la Cabeza, esta última vértebra cobra el mismo sentido. Bajo sus pies se sostiene la firme columna por la cual la kundalini, con toda su fuerza consciente, se fue elevando y lo seguirá haciendo con cada uno que realice este viaje. Allí, en la región de Arica, es donde el fuego de la Kundalini se acomoda para estallar e irradiar hacia el subconsciente, hacia el Espíritu en Perú.

La Historia de un Terremoto

El territorio de Arica, ha sido y aún es parte de una disputa entre la triple frontera de Perú, Chile y Bolivia. Incluso actualmente, un movimiento se está dando allí debido a su reclamo por parte del actual gobierno Boliviano.

Arica, pertenecía hace varias décadas a Bolivia, aunque Perú también tuvo derecho sobre esas tierras durante tiempo. En la Guerra del Pacífico, Chile terminó adueñándose de este territorio dejando a Bolivia sin salida al océano. Este territorio, por ende, mantiene en su geografía una sensación de desalojo, de no pertenencia, algo en lo que se ha estado trabajando, pero que en esencia, aún se siente. Este territorio aymara, debe reconocerse como una trinidad histórica, que comparten una misma energía, y que sólo unidos conforman el Sostén del Espíritu y la Conciencia. La activación de la Kundalini, aquella que sube desde el Coxis Patagónico, y aquella que desciende por las montañas del mundo, se unen en esta región trina, y por ende, a su encuentro, el Cráneo de esta Gran Mujer debería acomodarse.

Así como la Lumbar y la Espalda de la Gran Mujer se están acomodando con cada terremoto que sucede, en el momento de la unión de ambas Kundalinis, un temblor importante marcaría el reacomodo de este gran cráneo. Su espera, no debe implicar temor, sino alegría, pues la Gran Mujer está alzando su cabeza para poder mirar al frente.

La Labor

Tras la charla, que fue abierta por una madre anciana aymara, haciendo una ceremonia para honrar y agradecer a la Tierra por lo que se estaba llevando a cabo ese día en su ciudad, nos dispusimos todos, los niños, los muchos jóvenes presentes, adultos y varios ancianos, a enviar esa frecuencia de sostén a la tierra emblema de la ciudad, donde todos puedan sentirla y reactivarla constantemente: el Morro de Arica. Esta saliente que se corta en el mar, es un símbolo en el final de la costa chilena. A partir de aquí, la kundalini se adentra en las tierras hacia el lago Titicaca. Juntos, depositamos en círculos con danzas, cantos, sonidos y meditación, toda la intención de que esta tierra se afirme, y que sus movimientos reordenen la potencia de la columna, irradiando todo el fuego de las serpientes de luz, para que su energía active todo el Ser, conectándolo con el espíritu.

¡Arica, despierta!