EPISODIO V: La Identidad

LA IDENTIDAD

“En el culo del Mundo”

Esta frase de carácter muy argentino, es la única que se me ocurre para comenzar a hablar de nuestro siguiente paso, intentando romper el hielo graciosamente, debido a la temática que lo envuelve.

Puerto Montt es la ciudad más al sur de Chile antes de que comience el territorio de las islas desde Chiloé. La Décima Región, o Región de Los Lagos, incluye parte de los grandes lagos de Chile, y la completa isla sagrada de Chiloé, desde donde, alineada con el lago Puelo en Chubut, emergen las energías del agua y la tierra, de los dos dragones que activan la frecuencia de los Andes, su Kundalini.

Visto desde nuestra cosmovisión del territorio, tomando a los países Andinos como una Gran Mujer gestadora, la Bahía de Puerto Montt ocupa el lugar del ano de esta mujer.

Es difícil venir a una tierra, a llevar un mensaje de luz y activación, y en una plaza pública, tener que decirles que representan justamente el culo de todo el territorio. Pero creo que lo difícil no está en el concepto sino en el tabú.

En España, culo no es una mala palabra por ejemplo, sino algo totalmente normal, palabra que en países andinos se toma con pinzas. Y hablar de ello, sonroja a más de uno. Mi problema allí, hablando de esta tierra como el ano, estaba en: de qué manera explico y direccionando la energía hacia qué lado, para que nadie se sienta ofendido.

Hablando de esto con Laura, en La Angostura, ella me explicó con pocas palabras el sentido que yo quería trasmitir: “el culo, según los estudios del ser, representa la identidad del individuo”.

Esta frase podría tomarse con humor o con seriedad, pero creo que en estos tiempos, ambas pueden ser lo mismo, ya que dejamos atrás la dualidad.

La Columna de la Gran Mujer

Chile en su totalidad, es el Sostén de la Gran Mujer. Si Chile flaquea, el resto también decae. Cada región se coordina con una vértebra que alimenta, nutre y sostiene la energía de las provincias de Argentina y Bolivia. El caso de la región de los Lagos, es precisamente sostener al mismo Chile, es la primer vértebra, la que conecta en la frontera lo que sería el Coxis, pero por sobre todo, es el punto de todas las terminaciones nerviosas que provienen del chakra Base.

 

Dejando los tapujos y tabúes de lado, la frecuencia de activación de la energía vital del cuerpo, es, en varias medidas, semejante a un hormigueo orgásmico que se produce en las terminaciones nerviosas del ano. La estimulación de la energía de Kundalini, produce una reacción de placer y excitación en los genitales que contrae los nervios del ano generando una sensación de fuego y elevación que sube por la espalda y por el interior del cuerpo.

Ese hecho nos produce liberación, de tal modo que nos conectamos con cada parte de nuestro ser, reconociéndonos.

La intención puesta en esa activación, sea espiritual o sexual, mueven esa misma energía, pero debido a la frustración que la humanidad ha tenido por la materia y el anhelo por retornar a la divinidad, menospreció al cuerpo al punto de poner en nuestra mente un bloqueo ante las energías que se generan en el mismo. La meditación, el rezo, la conexión con la divinidad, ha pasado por varias instancias, pero ninguna debía criticar o menospreciar a la otra. La energía producida en la sexualidad nos permite reconocernos como individuos en acción, lo que pasó para los religiosos de llamarse: libertad a libertinaje, de librepensador a hereje, de amante a prostituta, frustrando a la humanidad en el amor por la primer energía vital.

No nos queremos reconocer a nosotros mismos, y muchas veces tiene que ver con no querer reconocer nuestras partes más íntimas.

En el ano, en la cola, es donde ponemos todo nuestro sostén, donde nos apoyamos.

Es por donde el cuerpo nos muestra nuestra capacidad de soltar, de ser libres de nuestros apegos, o en su contrario, por donde nos damos cuenta si estamos aguantando, si no logramos soltar emociones o situaciones u objetos y personas… por allí, soltamos y retenemos, damos o recibimos.

El cordón de luz y de plata que desciende por nuestra corona, ingresa y sale por el ano hacia la tierra, es nuestro punto de eje.

Por eso mismo, este órgano de agua, de fluir, nos ayuda  reconocer quiénes somos… nuestra Identidad yace donde nos sostenemos y asentamos.

Puerto Montt es el núcleo social de la región que representa nuestra Identidad, la de todos nuestros países. Si la gente allí se reconoce, lograremos que todos nos reconozcamos y seamos libres incluso de nosotros mismos.

  

La Labor

Sorpresivamente unas 200 personas se reunieron en la Plaza de Armas para escuchar el mensaje de la Gran Mujer. Fue agradable ver que gente paseando por allí, se sumó a nosotros escuchando esto, incluso muchos jóvenes que salían de la escuela, y permanecieron allí incluso en la meditación-activación.

Frente a la Plaza, en la fuente de agua, alineados a la Bahía, frente a la Catedral, la cual era señalada por 7 torres iluminadas, nos dispusimos todos a rodearla, llenando cada espacio, enviando nuestra frecuencia y sonidos, nuestra intención, a las aguas y la línea magnética que conecta este punto con toda la columna vertebral.

Desde la isla de Chiloé, surge la energía de las serpientes que entrelazan a la cordillera. Habíamos activado una en Nahuel Huapi, y ahora, atraíamos desde el agua, a la serpiente de luz que conectaría desde ese lado.

En Chiloé, las historias de los aborígenes, conocen a estas dos serpientes como Tren Tren y Kai Kai. Fue a ellas a las que con nuestro sonido, aclamamos, a quienes les dijimos que era momento de surgir, pues muchos humanos estábamos en red haciendo el trabajo.

Era necesario que la gente de Puerto Montt mantenga esta constante estimulación de la frecuencia de la bahía, para que el mensaje y las serpientes sigan moviéndose.

 La Kundalini que estamos formando en red, se va a activando, generando desde la bahía una sensación de extrañeza, pero también de placer, que eleva a través de nuestros cuerpos en la superficie, toda la vitalidad necesaria para reconectar cada vértebra y cada nervio de nuestra médula espinal en la Gran Madre.

A la mañana siguiente, Jose, Nidia, Eimi y yo nos dirigimos hasta el fin de la autopista 5 de Chile, en Pargua, desde donde se divisa la isla de Chiloé. Allí, en la costa, en una improvisada ceremonia, dijimos a la serpiente que la invitábamos a viajar en nuestro interior, a alzarse de las aguas, y a conectar a todos, caminando hacia el Espíritu de nuestra Tierra.