Episodio XII: El Latido

EL LATIDO

Descontracturando la Vértebra

Copiapó es la primer ciudad de Sudamérica en obtener una red de ferrocarriles. La riqueza que posee en minería ha hecho que para extraer los minerales se extiendan desde la cordillera las redes que conectaban con el puerto.

La ciudad, vive aún de la minería, y esas redes han puesto en materia la clave que nos muestra desde dónde surgen las primeras conexiones.

Las vértebras que están en la alta espalda, sostienen los nervios de los pulmones y corazón. Allí, debido a nuestros procesos de vida, suelen ponerse grandes cargas que nos traban las vértebras, a veces nos impiden respirar bien, o nos dan puntadas en el corazón. Ese dolor o sensación, provienen de que esa vértebra está en una mala postura. Sin embargo es desde la misma por donde podemos soltar esa traba y permitirle fluir a la energía.

Es significativo que las vías férreas de extiendan primero aquí, pues son las vías de flujo y movimiento las que conectan el primer centro de activación, el impulso, en el Corazón.

La minería que azota aún hoy a la III Región, subiendo hacia la II y I Regiones de Chile, produce esa sensación de desgaste en las vértebras que impide el flujo de la energía de Kundalini hacia el sur, y por lo tanto, generando puntadas y falta de respiración en las provincias argentinas alimentadas por la energía de la región de Copiapó.

La Sagrada Trinidad

3-3-3, es el eje numérico de la mayor trinidad: El número 3, es el número de la materia, de los mundos densos, del padre que se une con la madre para tener un hijo, la creación... El 3-3, o 6, es el trascender esa materia, el reconocer su frecuencia, mover su energía, la experiencia... El 3-3-3 o 9, es la máxima expresión del Ser, a nivel Crístico, en que la materia vibra en su mayor expresión, la realización. ¿Por qué digo esto? Porque al llegar a Copiapó, no desapareció nunca de mi cabeza la imagen de la Trinidad de nuestras Tierras:

El Padre: MÉXICO-USA

La Madre: IBERIA-EUROPA

El Hijo/a: LOS ANDES DEL SUR

Esta trinidad conforma el Cáliz del corazón que se unen en la historia conformando los tres niveles. Sentí en ese instante que en Copiapó, las contracturas de la historia de nuestro gran Corazón, se relacionaban con la historia entrelazada entre los países andinos, las tierras mexicanas, y la conquista de iberia, esta trinidad que debía ser sanada en su máxima expresión. Reconocer desde el Amor Incondicional que los tres ejes creamos una historia y realidad, que los tres experimentamos diferentes realidades, y que los tres ejes gestamos algo nuevo a través de nuestra realización... 

Desde la espalda, las trabas del Corazón, tal vez estábamos dando el impulso para el gran movimiento que entre los tres ejes se puede llegar a generar el día que históricamente aún nos une... el 12 de Octubre.

La Labor    

Desde el norte centro de Perú, pasando por el sur, por Bolivia, Chile y Argentina, bajando por las cordilleras, se extienden grandes cantidades de minerales conductores, plata y cobre entre ellos, minerales que conectan con la energía universal y la energía de la tierra, que hacen de conductores magnéticos de la energía vital planetaria, apoyando a la activación del Mundo. Sin embargo, la constante minería, corta con este conductismo planetario, creando baches, cortes en el conducto, vaciando el Alma, la frecuencia y magnetismo de la Tierra, haciendo la energía no llegue a Patagonia y la Antártida de una manera correcta.

Nuestra labor radica en sostener ese paso de energía en conciencia, diciéndole a la tierra que aquellos que habitan sobre el Atacama y los desiertos lindantes, mantendrán activa la red del Corazón por donde desciende la Kundalini.

Al llegar, representantes de aborígenes limpiaron el ambiente y nuestro cuerpo con humo de hojas de la zona. Tras eso, una pequeña charla fue sumando cada vez más gente. De los pocos que fuimos en la plaza del Parque Schneider, terminamos como siempre siendo unos 200. Fue hermoso ver cómo tanto a la charla como a la activación del Latido del Corazón, se sumaron personas que pasaban por allí, chicos en bicicleta, saliendo de la escuela, punks, y nuevamente pobres borrachos, quienes se sumaron a las danzas y al envío de la energía hacia el centro.

La estrella de seis puntas del corazón, fue depositada en conciencia a la tierra, al nodo social que es Copiapó, y tras cantos, música y palabras de agradecimiento, nos despedimos con risas. La energía en el proceso estaba cambiando, el corazón se descontracturaba aquí, moviendo las vértebras que sostienen a Catamarca y Tucumán, el pulmón y el corazón, para regenerar el flujo de la vitalidad.

Desde aquí, nos disponíamos todos a permitirle al Corazón comenzar a latir nuevamente.